domingo, 1 de febrero de 2009

Abono

“…el Polarstern está describiendo círculos concéntricos alrededor de una boya al tiempo que vierte la solución de hierro al mar. Es el mensaje que mandó ayer a este periódico (El País) desde el barco oceanográfico alemán Victor Smetacek, codirector científico del experimento Lohafex, que pretende estudiar la eficacia y la seguridad de fertilizar las aguas oceánicas como posible medio de lucha contra el cambio climático…”
De siempre tenía entendido que el mejor, más sano y natural de los fertilizantes era la mierda, o dicho con más suavidad, el estiércol de vaca, caballo y otros cuadrúpedos.
Dado que los causantes de la contaminación medioambiental son cuadrúpedos de retorcidos colmillos disfrazados de bípedos, léase tecnócratas industriales, millonarios petroleros, jeques de los de harem, constructores desaprensivos y otras fieras salvajes, propongo que se haga una redada de estas peligrosas y carroñeras criaturas, se embarquen en varios Polarstern y, en círculos concéntricos, alrededor de boyas existentes en cada uno de los océanos, se arrojen sin piedad al fondo del piélago. Sin duda el planeta florecería en una hermosa primavera. Y casi instantáneamente.

Seguramente no se atienda esta sabia propuesta.

2 comentarios:

  1. A continuación irían por la borda los políticos que protegen a esos bichos y, finalmente, usted y yo que votamos a esos políticos. Así, el planeta, libre de la humanidad, volvería a pasadas floraciones.

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  2. Humildemente propongo que nadie sea arrojado por la borda, sólo sus excrementos. Sé que mi propuesta puede sonar un tanto pacata, pero estoy harto de muertos, che.

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